Tenía once años cuando mi hermano mayor comenzó a estudiar diseño gráfico, en una época en la que todo se hacía a mano, sin computadores ni pantallas.
Verlo desarrollar ideas fue una revelación: mientras él avanzaba en sus trabajos para la universidad, yo me sentaba a su lado y comenzaba a dibujar, sin saber que ese gesto silencioso marcaría el inicio de un camino que daría sentido a toda mi vida.
El dibujo como herramienta
A lo largo de los años, este lenguaje me ha acompañado en distintos momentos, como una herramienta para expresar y traducir lo que pasa al interior, dejar constancia y plasmar el pensamiento. Es un espacio donde no hace falta explicar nada, porque es íntimo, personal y esencial.
"Cuando las palabras se quedan cortas,
el silencio habla"
Desde la pureza y sencillez del lápiz y el papel...
Allí todo comenzó
Si algo resonó contigo, me gustaría saber de ti.
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